De la crisis a la oportunidad
ETAPA INICIAL
La sequía que ha padecido Nuevo León durante los últimos años, así como el alto consumo del vital líquido por los más de 5 millones de habitantes de la zona conurbada de Monterrey, provocó que los niveles de almacenamiento de agua en la Presa Rodrigo Gómez “La Boca”, disminuyeran de una manera considerable y alarmante.
A finales de marzo del 2022, el nivel de agua se encontraba por debajo del 15 por ciento de su capacidad de almacenamiento, llegando en junio a un nivel histórico de sólo el 7 por ciento, con un área seca visible de gran extensión de cerca de 253 hectáreas.
Esta situación, aunada a los no muy favorables pronósticos de lluvias, nos permitió perseverar e insistir sobre la posibilidad de elaborar un proyecto de desazolve parcial, nivelación, compactación y limpieza del embalse para llevarlo a cabo de forma inmediata, el cual contribuiría a tener más capacidad de almacenaje del vital líquido, y colaborar con la vocación compartida del desarrollo regional, comercial, turístico y deportivo del icónico paraje.
La presa es un lugar privilegiado para quienes lo visitan, así como un indispensable e importante atractivo para la economía de Santiago, Nuevo León, convirtiendo de esta forma la crisis hídrica en una gran oportunidad.
Fue así como comenzó un proceso complejo de obtención de permisos ante la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), dependencias federales responsables de administrar, regular, controlar y proteger las aguas del país, así como de la protección integral del medio ambiente.
Tras justificar sólidamente el proyecto y cumplir al pie de la letra con todos los requerimientos solicitados, ambos organismos federales finalmente aprobaron los permisos correspondientes para realizar la obra, pero sólo por un período de cuatro meses, dando arranque al proyecto el 2 de abril del 2022.
