Ante un accidente o desastre, uno de los primeros respondientes es la Cruz Roja Mexicana. Y es que no sólo son los más de 110 años de operar en Nuevo León, sino su reconocimiento y prestigio internacional de más de 150 años.
Fue en 1909 cuando la Cruz Roja brindó por primera vez ayuda humanitaria a México, ante una tromba que afectó fuertemente a la población de Monterrey, y que dejó un gran número de víctimas y damnificados.
Tras el éxito de la organización, fundada en 1863 en Ginebra, Suiza, se le reconoció oficialmente en 1910 como Cruz Roja Mexicana.
Pero hasta 1937, y gracias al Club de Sembradores de Amistad, que la Delegación Nuevo León inició operaciones con la firma de 48 socios del acta constitutiva, figurando Manuel L. Barragán como su primer presidente.
Desde entonces y hasta la fecha, la historia de rescates, ayuda humanitaria y prevención habla por sí misma.
Todo comenzó cuando en medio de aquella tragedia en la ciudad, elementos arribaron y se dividieron en grupos de voluntarios para armar un centro de acopio. El apoyo estaba contemplado sólo para unas semanas, pero se prolongó por meses, con el fin de seguir ayudando a los damnificados.
ENTREGA TOTAL
Sus directivos aseguran que existen factores humanos que influyen en gran parte para que los incidentes ocurran, incluso sucede hasta en los desastres naturales, debido a la falta de conocimiento de la población sobre cómo actuar antes, durante y después del episodio crítico.
Es por eso por lo que la Cruz Roja trabaja hoy en día con programas de formación, capacitando a más de 20 mil niños al año en te-mas de prevención de riesgos y desastres.
Los elementos que la integran han com-probado la importancia y efectividad de invertir tiempo y recursos en dichas estrategias, las cuales podrían en un futuro salvarle la vida a una persona.
Construir y fortalecer una cultura en te-mas de desastres, en uno de los más grandes retos para la Cruz Roja en el estado.
Pero eso sí, Nuevo León siempre ha sido gran ejemplo de ayuda al prójimo ante devastadores fenómenos naturales, como los sismos ocurridos en el centro y sur del país en septiembre de 2017, en el que más del 30 por ciento de la ayuda humanitaria captada a nivel nacional se concentró en Monterrey.
VALORES INTERNACIONALES
El proceso de operaciones del movimiento internacional es sumamente complejo pero muy bien coordinado: es un tema de logística, organización de personas, solicitud de donativos y canalización de recursos.
La Cruz Roja tiene una gran responsabilidad, ya que cuando la sociedad realiza una donación, ellos son el único intermediario entre la generosidad y el servicio humanitario.
La ayuda tiene que llegar y ser entregada de forma digna, transparente, justa y equitativa.
Y destacamos su papel como único intermediario, ya que son independientes de partidos políticos, ideologías y gobiernos.
Sus principios de neutralidad e independencia dan vida a su filosofía, la cual asegura la transparencia en la aplicación de los recursos económicos e insumos materiales.
UNIDAD Y COORDINACIÓN
En los últimos años, Monterrey ha registrado un aumento en la construcción de vivienda vertical, concepto que a su vez ha aumentado la densidad de la población, especialmente en el primer cuadro de la ciudad.
Es aquí cuando surge la pregunta ¿la capital regia está preparada para enfrentar un desastre de grandes proporciones?
Con los sólidos planes de acción de la Cruz Roja, la respuesta es sí.
Por ser una organización internacional se rige por el principio de la unidad, es decir, que, al requerirse recursos humanos, infraestructura y materiales para rescate, todo se organiza desde diversos estados y países para ser enviado a la zona de desastre.
Bajo una misma filosofía mundial, es como los elementos participan en otros lugares con el apoyo de camionetas, equipos materiales y personal altamente capacitado.
Aunque no están comprometidos a un tema político, sí son aliados estratégicos de autoridades gubernamentales e instituciones de ayuda humanitaria como Cáritas de Monterrey.
La coordinación, entrega al prójimo y un carácter humanitario, son los elementos más importantes para formar parte de la Cruz Roja y lograr así el objetivo más importante: salvar vidas.